domingo, 14 de octubre de 2007

Una guitarra, por una bandurria

El hombre, prefiere, bien es cierto,
una mujer con forma de guitarra,
y se queda boquiabierto,
frotándose como la cigarra.

*

A nosotras, también nos gusta
un talle muy bien hecho,
esbelto y cintura justa,
para que no sólo él quede satisfecho.

*

Esas presuntas curvas de la felicidad,
lejos de gustarnos, nos deprimen,
está muy de actualidad,
pero..., aun así, no nos eximen.

*

Las féminas, guitarras debemos ser,
mantener nuestros cuerpos esculturales,
y para más inri, nos tiene que apetecer,
una bandurria tras años de esponsales.

*

¡Ay, hombre..., hombre tenías que ser!
¿No ves una insensatez
pedirle a la mujer, que esté como ayer,
para abandonarte tú después?

***

Fontana