El nueve de marzo, a los españoles, una urna nos espera,es un deber y un derecho ciudadano
fundamental para la empresa, la masa obrera,
el pobre, el rico, el honrado y el villano.
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Cada cuatro años, tres colores enfrentados,
lo que uno ofrece, el otro lo duplica,
y nosotros, los votantes abnegados...,
la necesidad más grande y la cartera más chica.
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Los precios se disparan, el estómago encoge,
la vida, cada doce meses está más cara...
¡Suerte que la constitución nos ampara y acoge!
Créanme... ¡La cosa no está nada clara!
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Sanidad..., el ministerio de la paciencia,
apuntan tu nombre en esa larga lista
y, si eres un bebé, te atienden en la adolescencia,
para esto, no hay ninguna ley que nos asista.
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Fomento..., un negocio para toda ciudad o ayuntamiento,
millones de euros de subvención europea,
obras que nos llevan al colapso y al aburrimiento
pero, prometen que llegará el Ave a cualquier aldea.
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Educación..., cada década los estudiantes saben menos,
las calificaciones y el fracaso escolar lo demuestra,
no les preguntes por ríos, ecuaciones o cosenos,
de eso dicen: ¡Que lo aprenda la maestra!
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Quedan muchas carteras ministeriales sin comentar,
pero eso lo dejo para de aquí a cuatro años,
antes debemos averiguar quién nos va a gobernar,
es una incógnita que tenemos propios y extraños.
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Gane quien gane, lo que todos pedimos es poder trabajar,
que nos atiendan con prontitud los médicos,
que los niños aprendan a saber estudiar
y, llegar a fin de mes teniendo en el bolsillo unos céntimos.
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Fontana
