lunes, 1 de octubre de 2007

Móvil, o, intimidad

¡Qué sería de nosotros sin el móvil!
no lo podemos tan siquiera, imaginar
y es que, sin el celular...,
es como estar sin automóvil,
sin ambos, no nos podemos desplazar.

*

Somos masoquistas al dejarnos depender,
sufrimos si nos encuentran, y si no, también,
y si lo perdemos..., se arma el belén,
buscamos uno, aunque éste sea de alquiler,
en la gran superficie, o, en una de todo a cien.

*

El caso es, sentirnos localizados
por la empresa, el marido o la mujer,
estar día y noche bien atados,
y en la otra vida, si fuera menester,
admítelo, amigo, sin el móvil, estamos acabados.

***

Fontana