Me consta porque lo he visto y oído,
el ser humano se está animalizando,
algunos sienten un cariño desmedido
por su mascota, y esto se va multiplicando.
*
A los hijos los llaman zoquetes,
y a los perros, “mi vida y cariño”
los llevan a los banquetes
y con la canguro, dejan al niño.
*
¿Es esto normal, señores?
Los veterinarios no dan abasto,
hasta en la dentadura les ponen correctores...
¡Poco importa el gasto!
*
Por contra, el niño a la Seguridad Social
¡Qué caras son unas lentes,
qué estafa, me he gastado un capital!
Murmuran entre dientes.
*
A estas “personas” con poco raciocinio,
que anteponen a sus iguales los no semejantes,
tampoco a ellos les dirán: ¡Cariño...!
A no ser que, aprendan a hablar sus acompañantes.
***
Fontana
el ser humano se está animalizando,
algunos sienten un cariño desmedido
por su mascota, y esto se va multiplicando.
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A los hijos los llaman zoquetes,
y a los perros, “mi vida y cariño”
los llevan a los banquetes
y con la canguro, dejan al niño.
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¿Es esto normal, señores?
Los veterinarios no dan abasto,
hasta en la dentadura les ponen correctores...
¡Poco importa el gasto!
*
Por contra, el niño a la Seguridad Social
¡Qué caras son unas lentes,
qué estafa, me he gastado un capital!
Murmuran entre dientes.
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A estas “personas” con poco raciocinio,
que anteponen a sus iguales los no semejantes,
tampoco a ellos les dirán: ¡Cariño...!
A no ser que, aprendan a hablar sus acompañantes.
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Fontana