A quién le importa el futuro del continente africanocuando asistimos cada día a un suicidio colectivo,
es algo tan cotidiano, que ni resulta emotivo,
para occidente es un problema, cuando menos, lejano.
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A proa, hacia el horizonte navega el sueño europeo,
a popa queda el hambre, la guerra y el desconcierto,
mejor arriesgar la vida, piensan, que vivir estando muerto
pero, el llegar es una rifa, y todos llevan número en el sorteo.
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Malos tiempos son para cualquier pasajero de la vida,
aunque mal que bien, a algunos todavía nos sonríe,
no es de extrañar que esos otros al mar desafíen,
yo haría lo mismo, emprender una dudosa partida.
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Conciencia nos falta, a este lado del mundo,
de lo dura que es la vida cuando se está sometido
a la ausencia de justicia, al despotismo, a un gobierno bandido
que permite que su pueblo viva errante y se sienta vagabundo.
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Fontana
