viernes, 13 de junio de 2008

La señora ministra se ha equivocado... ¿Debemos crucificarla?

Padecemos crisis, desaceleración,
llamémosle como queramos
porque ahora sólo nos preocupamos
de prestarle al diccionario atención.

*

La señora ministra se ha equivocado,
preparemos los clavos y el martillo
porque se ha sacado del bolsillo
un término poco acertado.

*

Yo sé lo que pasa..., señores,
que el error cometido es femenino,
porque de haberlo dicho cualquier otro cretino,
la importancia mermaría los valores.

*

No hay otro tema del que hablar,
el paro, la huelga del transporte,
las lluvias... ¡Nada hay que nos importe
porque a la ministra, hay que crucificar!

***

Fontana